lunes, 14 de marzo de 2016

Pasodoble de San Juan (Antonio León) - Paseo

Mi querido Pasodoble. El Pasodoble de San Juan (Antonio León) - Paseo. Por Antonio Lajara García

La Semana Santa es un archivo mental de olores, colores, recuerdos, sentimientos…. que se van acumulando y conservando en nuestra memoria y que año tras año, allá por los inicios de la primavera, se vuelven a rememorar, haciendo que para algunos ese volver a nuestros recuerdos sea un acicate para seguir disipando años de nuestra vida.

Desde que tengo uso, de lo que se llama razón, no puedo recordar cuando la Semana Santa se cruzo en mi vida, no recuerdo ningún momento en que las procesiones las viviera como espectador, siempre he participado, y puedo decir que es gran parte de mi vida.

Como lo es “El Pasodoble de San Juan”, y así lo valoro. Esa bella y emblemática obra que el Maestro León compuso en los inicios del siglo XX para la cofradía del joven discípulo, y que desde su inicio a engrosado el impresionante patrimonio musical de Cieza y su Semana Santa, y es el que me marca el inicio y final de nuestra Semana Pasional.

A pesar de todos los actos, actividades, traslados, etc. Que año a año proliferan en los prolegómenos de nuestra Semana de Pasión, que la engrandecen y embellecen. Para mi, cuando realmente me doy cuenta de que estamos inmersos en los días más importantes del año para los Cristianos, es cuando oigo esas notas airosas, juveniles y desenfadadas del Pasodoble de San Juan por el margen derecho del Paseo, en la tarde de Miércoles Santo, en su traslado hacia la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.

Miro al joven apóstol en lo más alto de su primoroso trono y parece que realmente esta andando y anunciando al pueblo que le contempla, fascinado por la belleza de la estampa, que se acerquen y vean, vean y descubran, si aun no lo han hecho, el grandioso patrimonio procesionista que nuestra ciudad atesora. En ese momento me viene al pensamiento la cantidad de generaciones, la cantidad de gente que cuando paseaban, a través de los tiempos, por ese centro neurálgico de nuestra ciudad que es el paseo, en esas tardes de principio de primavera, se habrá visto sorprendidas por las bellas notas que compuso el Maestro León. Cuantas personas que nos han precedido se habrán emocionado y reído y por que no, llorado, al ver las túnicas blancas en ordenado desbarajuste por nuestro entrañable Paseo.

Por otro lado, una mezcla de alegría, pena y desazón me viene a buscar, cuando en la mañana del Domingo de Resurrección, y esta vez por el margen Izquierdo, oigo a las tropas Sanjuanistas, que acompañan al bello paso, tarareando, y las más audaces, cantando, los acordes inconfundibles y reconocidos del Pasodoble

"San Juan, San Juan se va a caer,
San Rafael lo va a coger..."

Haciendo que el publico, ensimismado por el paso airoso del trono, haga suyas esas notas y aunque solo sea mentalmente, las cante, porque es el Pasodoble de San Juan una de las pocas piezas musicales que está el archivo intimo de TODOS y cada uno de los Ciezanos, sin embargo, para mis adentros, el oírlo esa mañana son el presagio de la conclusión y finalización de nuestros desfiles, y el cercano crujir de las puertas de nuestra envidiada Casa de los Santos en espera de otro año.

Y siempre recuerdo las palabras de una amante anónima de nuestras procesiones, que finalizando el desfile de un Domingo de Resurrección, y oyendo a un grupo de hermanas Sanjuanistas me dijo: “Dios quiera que el año que viene pueda volver a oír el San Juan, San Juan".
Antonio Lucas García

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