Que me puede transmitir esta marcha, mucha sentimiento y
emoción, pues es una marcha que he visto su evolución. Para mi no es una marcha
cualquiera, es MI marcha, mi marcha porque cada vez que la escucha me traslada
a la calle Cánovas del castillo y veo a esta madre en su amargura entrando para
llegar a su casa, a la casa museo, se acaba el viernes santo, cristo está
muerto y ya está en su sepulcro que viene por detrás en su cama tan bonita.
Me viene a la mente el año de su estreno en el pregón 2013,
gracias a mi amigo José Ángel por permitirme introducir la marcha ese año. Acompañado del compositor, y su familia, muy
nerviosos todos, pues era el estreno de la marcha en sí, las manos me sudaban y
comenzó a sonar, miré a mi amigo José y le dije gracias por crear esta
maravilla. Llego el viernes santo con la entrada de la Amargura y empezó a sonar
la marcha por la Calle del Barco para acabar en Cánovas del Castillo, y cada
vez que la escucho me traslada a esos dos momentos. Siempre estaré agradecido a
mi amigo, por esta bella composición. GRACIAS
Es una marcha que transmite
muchas emociones pues tiene pasajes para todo, como nos comenta su compositor a
continuación, José Vicente Vivo nos escribe sobre la marcha este es su escrito:
“Nuestra Señora de la Amargura” es una marcha
de procesión dedicada a la Cofradía de la Santa Verónica de Cieza y a su bella
imagen, creada por Francisco Romero Zafra en 2009 y que da nombre al título.
A su vez, va dedicada a Mariano Caballero
López, uno de los miembros de la directiva desde 1995 hasta 2004 y padre de
Ricardo Caballero Pérez, la persona encargada de impulsar esta ilusión.
La marcha, con un tempo que favorece un paso
tranquilo y pausado, comienza con tres notas que van desarrollándose y
desplegándose en una melodía noble y sincera que describe el rostro de la
imagen.
Dichas notas conducen el discurso melódico
hacia un momento enérgico y firme, recuerdo de la valentía y coraje de su hijo,
Jesús. Una ilusión fugaz que se desvanece volviendo a la más cruel realidad.
La segunda parte de la marcha se desarrolla
con una elegante melodía que reposa en notas de larga duración, donde la
armonía y contrapunto se pasean entre ellas creando breves disonancias que se
resuelven provocando un pequeño juego de tensión-relajación. Un discurso manso
y sereno que, a pesar del dolor y sufrimiento por la muerte de su hijo,
conforta y ampara su alma sabiendo que siempre vivirá en su recuerdo.
Aún así, el instante en el que un quinteto de
metales (trompetas, trompa, trombón y tuba) se cruzan sus melodías iniciadas
con las tres notas del inicio se insinúa que todavía queda esa retentiva al
dolor y sufrimiento.
© 2013 | www.josevivo.es