viernes, 27 de febrero de 2015

Pasa la Soledad (José Antonio Molero Luque) - Rincón de los Pinos y Calle Larga

Pasa la soledad (José Antonio Molero Luque) - Rincón de los Pinos y calle Larga. Por Jorge Carretero Koch

A pesar de vivir en Cieza y sentirme como un ciezano más, la Semana Santa la paso siempre fuera. Por suerte, días como Viernes de Dolores, Domingo de Ramos o Domingo de Resurrección con la Cortesía, disfruto de la Semana Santa de aquí. Tocar en una banda, en mi caso en la Banda Municipal de Música de Cieza, te hace vivir la Semana Santa diferente. Tocar marchas que son un símbolo para los ciezanos como Semana Santa Ciezana es importante para nosotros, los músicos.

"Pasa la soledad" es una marcha con muchos sentimientos. A mí particularmente me encanta. Ésta junto a "Crucifixus", "Jerusalén" y  "la madrugá" son mis favoritas. El trompetista Pepe García Hortelano ha expresado lo que siente, sus sentimientos en este blog con la misma marcha. Su caso es muy similar al mío. Cuando era pequeño la empecé a escuchar. Me gustaba mucho por el solo que había de trompeta y trombón. Con el paso del tiempo, empecé a tocar el trombón y entré en la Banda Municipal, pero nunca llegaba el momento de tocar esta marcha. Siempre la quise tocar pero era complicado de ponerla en el repertorio.
Hace dos años, en el "pique" entre la Banda de la OJE y la Banda de cornetas y tambores "Medina Siyasa" se tocó esta obra. Era un Viernes de Dolores por la noche en la Plaza Mayor. Las dos bandas iban a tocar una marcha cada una para posteriormente meter a La Dolorosa. Le tocaba en primer lugar tocar a la "Medina", después le tocó a la Banda de la OJE. Estaba la Plaza Mayor en silencio y empezó la segunda banda con su obra. Comenzaron los graves y luego los dos solos. Se nos puso la carne de gallina por lo bien que tocaron los dos solistas.

El año pasado mi director, Ginés, la puso en el repertorio. El solo de trombón le tocaba tocar al principal que iba a estar en Semana Santa, Corpus o en la Procesión Magna del 4 de octubre. Tuve la suerte de tocarla la mayoría de las veces por estar aquí, en Cieza. Casi siempre la hemos tocado entre Rincón de los Pinos y calle Larga, lugares muy acogedores con el paso de las imágenes. Al principio, no piensas en la obra pero cuando se acerca el momento de tocarla te pones un poco nervioso, aunque en mi caso pocas veces ocurre. Esta obra hay que disfrutarla, hacerla sentir a todas las personas que la van a escuchar en ese lugar donde se toca mientras pasa el trono.

El balanceo del trono, el ritmo de la caja, la armonía de la obra y los dos solos son un bello conjunto, una unión perfecta. Es una obra muy querida por esos dos solos del principio, esa trompeta y ese trombón que suenan por encima del resto de los músicos. El comienzo de los graves y los posteriores solos hacen vivir la Semana Santa diferente. No sólo son las imágenes lo importante de la procesión, sino también la música que las acompaña.


Jorge Carretero Koch


miércoles, 25 de febrero de 2015

Tambor Sordo del Cristo de la Agonía - Plaza Mayor

Tambor Sordo del Cristo de la Agonía - Plaza Mayor. Por Pedro Gaspar López Piñera


Mi nombre es Pedro Gaspar y quiero compartir con ustedes el sentimiento que me produce el tambor sordo y el silencio. Sé que éste es un blog donde se destaca la magia de las marchas, pero yo voy hablar sobre la magia del tambor.

Como buen semanasantero me encanta disfrutar de todas las procesiones, de sus tronos y de su música, pues sí, soy de los que los meses antes pasa las noches viendo vídeos de procesiones, bien con mis amigos o solo en casa.

Hago mi pequeña reflexión en este blog sobre la noche del jueves santo ciezano, más concretamente sobre la procesión del silencio. 
Soy cofrade del Stmo. Cristo de la Agonía desde que nací, y fue con 15 años cuando pude debutar como andero y portar a mi Cristo de la Agonía. A pocos instantes de que empiece la procesión, a las 12 en punto como de costumbre, de repente ocurre, todo queda oscuro y en silencio. La iglesia abarrotada de gente, que decir de la plaza mayor que espera impaciente la salida del Cristo para iluminarlo con innumerables flases.

Es en ese instante cuando comienza a redoblar el tambor sordo que nos acompaña a lo largo de la procesión, ese sonido imponente y a la vez respetuoso que hace que todo el mundo guarde silencio al escucharlo, que todo el mundo guarde respeto.
Es ahí cuando se produce ese momento, donde es difícil saber escoger las palabras más adecuadas para poder describirlo, ese momento que todo semanasantero tiene, ese momento especial que le hace disfrutar y que anhela el resto del año.
Poder portar al Cristo de la Agonía y ver las caras de la gente al pasar, como le piden a su Cristo, como le rezan, incluso el ciezano más ateo, ese ciezano que sufre ese escalofrío por la espalda cuando pasa por delante de él.

No es una procesión cualquiera, ni una imagen más, ni incluso la hora. Son las 12, es la procesión del silencio y sale el santísimo cristo de la agonía.

Me despido dando las gracias a Pascual López por haber creado este blog y por dejarnos expresar nuestros sentimientos semanasanteros en él.
Gracias.

Pedro Gaspar López Piñera

lunes, 23 de febrero de 2015

La Caída (José Vélez) - Plaza Mayor y Calle San Pedro

La Caída (José Velez) - Plaza Mayor y Calle San Pedro. Por Joaquín Caballero

Como cada Viernes Santo en la mañana, siempre me ha gustado madrugar, asomarme a la calle Cánovas del Castillo y escuchar los primeros acordes que nos regala un caluroso día de primavera.
Antes de participar con mi cofradía, contemplo los primeros pasos de la procesión, el aroma de las flores, el dulce sabor de un caramelo, pero sobretodo, el entusiasmo con que los anderos mecen sus respectivos tronos, gracias siempre a la ayuda de las distintas bandas de músicas o agrupaciones que nos deleitan con sus marchas procesionales.

Este es el caso de "La Caída", marcha de procesión realizada por el maestro D. José Vélez para la cofradía de la oración del huerto y el santo sepulcro, "Los Dormis".
Pero como dije el año anterior, toda obra musical tiene su momento, su lugar, su procedencia, todo está adecuado a una situación.

El autor de esta marcha, José Vélez, siempre me ha recordado con su música a las procesiones de años anteriores, ya que queda en mi recuerdo, cuando no salía en las procesiones y escuchaba una de las melodías más características de nuestros desfiles pasionales, "El Evangelista", después su autor, lejos de estancarse en el campo de la inspiración, realizó la pieza musical "Jerusalén", toda una marcha en mayúsculas.

Aunque estas líneas, quiero dedicarlas a aquella obra que escuché por primera vez un domingo de pasión, creo recordar que fue en el año 2010, en el concierto del pregón de semana santa, la marcha titulada "La Caída", realizada para la cofradía de la oración del huerto y el santo sepulcro.
Desde aquel momento esta marcha estará ligada a un paso y a unas calles, es decir, vinculadas al paso de "La Caída" e interpretada al inicio de la procesión, instante el cual comienza a participar dichas imágenes en la mañana del viernes santo.

En definitiva, si tuviera que elegir un momento para escuchar esta marcha sería la plaza mayor y la calle san Pedro, el motivo es muy simple, siempre me acuerdo de esta pieza precisamente en esos rincones, una marcha llena de armonía y de una gran fuerza melódica, que unida a "El Evangelista" y "Jerusalén" hace que su autor se haya hecho un hueco en la historia musical de la semana santa de Cieza.

Joaquín Caballero Segura.

 

miércoles, 18 de febrero de 2015

Jerusalén (José Vélez) - Plaza Mayor

Jerusalén (José Vélez) - Plaza Mayor. Por Carlos Semitiel Morales.

La procesión del Santo entierro, sin lugar a dudas, es aquella que todo hermano de los Dormís espera con anhelo durante todo el año. Innumerables son los momentos emocionantes que cualquier hermano de esta cofradía ha vivido y por supuesto vivirá debajo de este magnífico paso.
Este Viernes Santo era muy especial para mi vara, "La Vara de las corbatas", ya que hacía unos pocos meses que nos había dejado el padre de uno de los miembros de la misma, Don Manuel Dato, una persona muy querida y admirada por todos, y que cada Viernes Santo junto a su esposa y otros familiares, observaba perplejo el paso del Santo Sepulcro desde las escaleras de la iglesia.
Esa noche, cuando el Santo sepulcro paso por delante de esas escaleras, flotando y con Jerusalén sonando de fondo, todos miramos hacia esas escaleras donde faltaba esa persona tan especial, nos dimos las manos con fuerza y cerramos los ojos. Parecía que el mundo se había parado y solo existía la armonía entre la música y el paso, acompañado de las lágrimas de algunos anderos emocionados.
Para mi, ha sido el momento mas emocionante que he vivido en Semana Santa, aunque estoy seguro que quedan por vivir cientos de momentos más.

Carlos Semitiel Morales.