jueves, 5 de marzo de 2015

Mayor Dolor (López Carreño) y Mi Amargura (Victor Ferrer) - Calle Cadenas

Mayor Dolor (López Carreño) y Mi Amargura (Victor Ferrer) - Calle Cadenas. Por Sergio Piñera Hortelano.

Muchas veces nos preguntamos porque nos emocionamos con facilidad cuando pasamos por momentos delicados, porque cualquier situación puede hacernos derramar una lagrima, o simplemente sobrecogernos con tanta fuerza que nos cueste respirar.

Nos situamos en el 4 de octubre de 2014 en Cieza, sí, la tan ansiada procesión magna. No era mi intención desfilar ese día, quería apreciar una exposición de escultura, talla, música y costura digna de ver, ya que desfilarían todas las cofradías que componen nuestra semana mayor, La Semana Santa De Cieza. 

Me senté en la calle cadenas a esperar el estandarte de la Junta de Hermandades Pasionarias, pero no me daría tiempo a que pasase cerca, ya que en un ataque de locura, corrí hacia mi casa, me coloqué mi túnica morada, me calzé mis zapatos negros, y como si de una urgencia se tratara salí disparado como una flecha a coger el relevo de la Oración del Huerto.
Desde que levantamos el anda lo único que ansiaba era escuchar "Mayor dolor" y "Mi amargura", pero cuanto más las deseaba más se alejaban de mí. Ninguna de estas dos sonó en todo el relevo. Pero no me iba a dar por vencido, pese a que tenía compromisos y llegaba tarde a ellos, me fui a la calle cadenas a ver pasar a las distintas hermandades, pues alguna vendría acompañada de estas melodías, y no me equivoqué. Si que se resistieron sí, pero llegaron en el ultimo paso de la noche, La Virgen de Gracia y Esperanza, acompañada de un precioso manto de flores y de una insuperable asociación musical No tenemos Prisa. 
Empezaron a tocar "Mayor dolor" en la tienda del difunto "Paquico el de las golosinas", justo el lugar donde yo me encontraba, tras terminar la marcha, un miembro de la banda me anunció el titulo de la siguiente marcha, y sí, para mi asombro era "Mi Amargura", me coloque detrás de los músicos, fije mi mirada en la virgen y la acompañe esbozando una sonrisa a la vez que derramaba alguna lágrima que otra. Pues gracias a esa virgen pude apreciar la perfección, interpretada por auténticos maestros de la música.

Sergio Piñera Hortelano



No hay comentarios:

Publicar un comentario