jueves, 25 de febrero de 2016

Jesús Cautivo (Miguel Pérez) - Puente de la Aurora (Málaga)

Cuaresma inolvidable la de 1998. Jesús Cautivo (Miguel Pérez) - Puente de la Aurora (Málaga) por Miguel Pérez

Sin duda de mis marchas, la que arremolina más sentimientos dentro de mí es Jesús Cautivo, no sólo por la viva imagen en el Puente de la Aurora de mi Málaga natal, cuando lo imaginé aquella tarde soleada caminando con el vuelo primaveral de su túnica blanca, o el recuerdo de las hermosas palabras que dedicaba anualmente mi amigo Ángel Garó a su paso por el Hospital Civil por la mañana para visitar los enfermos, sino por todo lo personal que me ocurría en aquellos momentos en los que escribí esta pieza.

Enamorado perdidamente de una flautista, con la que ensayaba todas las tardes música de Piazzolla -música argentina que luego los fines de semana tocaba con un cuarteto de tangos en una conocida tanguería del Paseo de Reding de Málaga-, los vinos con mi amigo Fali y toda su troupe… Sin duda un año intenso aquel 1998, en el que, además, hice una gira nacional con mis primeras piezas minimalistas para piano, o músicos de la talla de la organista Pilar Cabrera o el trompetista Benjamín Moreno me encargaban piezas para estrenar en lugares tan especiales como el Auditorio Nacional de Madrid o la Catedral de Viseu con motivo de la Exposición Universal de Lisboa.

Eran días intensos aquellos, mientras daba alguna clase particular, acompañaba al piano a cantantes, y terminaba mis clases en el conservatorio. Dedicada a mi querido amigo José Luis Ramos, Pepelu, esta pieza obtuvo el Primer Premio en el II Concurso Nacional de Composición de Marchas Procesionales Maestro Perfecto Artola, y es para mí inolvidable el grito que unánime dieron los miembros de toda la banda de música a la que pertenecía, la Banda Juvenil de Música de los Colegios Miraflores y Gibraljaire de Málaga. Aquello se me clavó para siempre en mi retina. Luego, no menos inolvidable el recibimiento de mis compañeros en el programa Bajo Palio de Canal Sur Radio, que en aquellos años emitía en directo y que yo amenizaba al piano.

Qué noches aquellas. Cuaresma inolvidable la de 1998. Y su banda sonora, sin duda para mí, Jesús Cautivo.

Miguel Pérez




No hay comentarios:

Publicar un comentario