miércoles, 19 de marzo de 2014

Crucifixus (José Alberto Pina) – Plaza Mayor

Crucifixus (José Alberto Pina) – Plaza Mayor. Por Joaquín Caballero Segura.

Quien verdaderamente me conozca sabrá o habrá comprobado que yo nunca he estudiado para ser músico y tampoco pertenezco a ninguna banda en particular, pero siempre he sentido un enorme entusiasmo por la marcha procesional, cada una de ellas ha marcado un antes y un después en mi trayectoria por las bandas de música (aunque tan solo como oyente).

Fue en el año 2011 cuando me ofrecieron por primera vez participar como andero en el Vía-Crucis Procesional del Santísimo Cristo de la Sangre, el Lunes Santo, a mí me hacía mucha ilusión pero a la vez dudaba en participar, parecía raro, pero como que me venía grande salir esa noche. El caso es que al final tuve que aceptar gustosamente.
Siempre es sabido que cuando el “Cristo de la Sangre” sale del pórtico de la Basílica de la Asunción, suenan las notas de “Al Señor de Sevilla” de Abel Moreno, pero ese año y quizás por cuestiones del destino, sonó Crucifixus. Tan solo la había escuchado (por vídeos) un par de veces hasta ese momento, no prestándole la suficiente atención merecida. En ese instante la Plaza Mayor enmudeció, las notas reflejaban un sentimiento nunca imaginado pero que se repetiría año tras año.
En el año 2012 y 2013, la marcha se convirtió protagonista a la entrada del Santísimo Cristo de la Sangre en la Plaza Mayor, los asistentes atónitos han sentido un enorme respeto y admiración por esta composición, clave para los desfiles procesionales de nuestra Semana Santa, clave para algún momento en especial y sobretodo clave para el Ciezano.
Al hilo de todo lo narrado anteriormente y de lo que es una marcha procesional, esta no es totalmente difícil en su planteamiento como tal, me explico; una marcha, desde la primera vez que la escuches, tiene que ser un claro ejemplo de deseo de volver a escucharla, se tiene que diferenciar de las demás, teniendo claro el desarrollo, trío y re-exposición del tema, y sobretodo y lo más importante, debe de tener un momento, ese momento lo elegimos cada uno de nosotros, es algo muy particular. Para mí el momento de esta marcha es y será la Plaza Mayor. Y no cabe la menor duda que sonará en la Calle San Sebastián al paso de la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, al Santísimo Cristo de la Expiración en la calle Buitragos, a María Santísima de la Soledad en la Plaza del Comisario o a la Santísima Virgen de la Piedad en la calle Mesones, tan solo sonará, quedando un vacío en las almas de aquellos que comparten el arte de la música, un vacío que acaba para mi todos los Lunes Santos al término de la marcha en la Plaza Mayor, teniendo la certeza y la ilusión que vuelva a sonar Crucifixus al año siguiente.

Joaquín Caballero Segura

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