martes, 1 de abril de 2014

Jerusalén (José Vélez) - Calle San Sebastián

Jerusalén es mi marcha favorita de semana santa, la conocía de escucharla cuando de pequeño desfilaba con la Verónica, pero la marqué como mi favorita el día que la toqué con la banda por primera vez. La imprescindible en cualquier repertorio, y por mucho que pasan los años y descubro marchas nuevas, esta sigue siendo mi preferida. Es sin duda la marcha que más me ha puesto los pelos de punta, ya sea tocando por la calle o en un concierto. Y me trae a la cabeza montones de recuerdos.

Es una marcha de José Vélez, compositor calasparreño muy cercano y muy conocido, que ha compuesto tres marchas que llenan nuestros repertorios de gran calidad, y las tres gustan mucho, “El evangelista”, “Jerusalén”, y “La caída”, y este año una cuarta, “Mesopotamia”, que se estrenó hace apenas unos días. Gracias a mi director Paco, tuvimos la suerte de conocer a José Vélez, incluso que nos dirigiera en alguna que otra ocasión, como en un concierto en la pequeña iglesia del convento de las monjas claras de Cieza. Para un enamorado de sus marchas, que con dieciséis años te dirija el maestro José Vélez fue como un sueño hecho realidad y todavía tengo colgada en mi habitación una dedicatoria suya.

Sería incapaz de quitar esta marcha de algún día, me gusta mucho, como he escrito antes, para mi junto a Semana Santa Ciezana, Cristo del Perdón y alguna más, es de las imprescindibles en cualquier repertorio de banda que desfile en nuestra semana santa. Creo que es una marcha para que sobretodo se interprete en calles medianamente anchas, mi lugar preferido para tocar Jerusalén es en la calle San Sebastián por las noches. Es el sitio donde más la he tocado, y es donde más recuerdos me vienen a la cabeza, exagerando los matices para remarcar las tensiones, marcando el paso bien fuerte cuando a la vez soy con la tuba, el que va marcando el ritmo de la banda, y casi bailando (eso lo conoce bien mi compañera y amiga Paquita) mientras camino acompañando las preciosas melodías que van apareciendo.
Es difícil olvidarte de lo que pasa alrededor mientras vas desfilando con 50 compañer@s más y con mucha gente que está sentada viendo la procesión y te mira cuando pasas por su lado, pero a mi es lo que más me gusta hacer. Interpretar junto con el resto de la banda pero como si estuviera solo, cerrar en ocasiones un poco los ojos y olvidarte por un momento de todo, paso firme en los fuertes, y balanceo en los suaves, volar tus pensamientos al aire, y tocar como si tocaras Jerusalén por última vez. Marcha cañera donde las haya, para disfrutar desde dentro y desde fuera, para que te lleve, donde la música te quiera llevar. Si la interpretación es buena, los pelos de punta están asegurados.

Se me queda corto expresar lo que me regala esta marcha, pero creo que lo mejor es escucharla, y que cada uno la defina como buenamente pueda. Yo dudo que alguna marcha pueda desbancar la que es y ha sido mi favorita desde siempre.

Pascual López Sánchez



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